domingo, 8 de marzo de 2009

Viajando sin viajar


Comienzo este blog luego de un periodo de un mes sin subirme a mi bicicleta, primero porque en la ciudad donde vivo no existe nadie que venda -balatas o gomas- para los frenos de disco de mi bici y luego porque se complicó una endodoncia mal realizada que me tuvo fuera de circulación por casi dos semanas. Aunque aún estoy por salir de tan terribles dolores molares, he decidido comenzar a escribir no sobre mis planes de viaje pero sí al menos sobre las enormes ganas que tengo de montar de nuevo una bicicleta siquiera para ir a comer a casa de mi madre que vive a tres kilómetros de aquí.

La idea de hacer un gran viaje en bicicleta me entusiasma tanto como cuando de niño me prometieron que me llevarían a Acapulco.